30MEETING POINT
TERESA SAPEY
El sello de lo invisible
Rocío Macho
La arquitecta y diseñadora Teresa Sapey desvela para spaincontract alguno de los
entresijos del trabajo de su estudio, desde el que desarrolla proyectos de hospitality,
retail, diseño de producto y hasta parkings que se convierten, a veces, en locales de
eventos.
Entre mis arquitectos favoritos, Gio Ponti ha tenido una enorme
influencia en mi formación. Siempre me he sentido muy identificada
con su manera de entender la arquitectura y el diseño como un
todo: nada es lo suficientemente pequeño como para no merecer
la atención al detalle de un profesional.
Independientemente de si hablamos de un hotel, un restaurante,
una tienda, un `pop up´ o proyectos residenciales, lo que los clientes
buscan en nuestro estudio es que les ayudemos a desarrollar
una identidad propia que les permita diferenciarse de la competencia.
Una experiencia única que aporte valor, y un sistema que
permita evolucionar en el tiempo de la manera más eficiente posible,
a la medida de sus necesidades.
Como una extensión del cliente
Siempre digo que nuestro fuerte es la escucha activa de las necesidades,
inquietudes y anhelos de nuestros clientes. Trabajamos
como una extensión de su propio equipo y de forma muy colaborativa.
Nadie mejor que el propio cliente nos podrá transmitir para
qué servirá el espacio, a quién va dirigido y para qué se hace la
intervención.
Una vez definidas todas estas premisas, es importantísimo tener
en cuenta todos los factores que influyen en un proyecto: altura,
luz, posición geográfica, cliente, budget, uso, y también el mensaje
que se quiere transmitir con ese espacio. Como veréis, no he hablado
de estética. Este es, quizás, el último factor a tener en cuenta.
El valor añadido del diseño
Nuestro trabajo es un traje a medida y nuestro sello tiene una
parte visible y otra invisible: la que se ve está vinculada con la
identidad y la experiencia creada a medida para un espacio; la que
no se ve, tiene que ver con el éxito y la rentabilidad que el cliente
consigue gracias al valor añadido que aporta el diseño.
Puede ser desde una solución creativa que consiga convertir una
deficiencia en una virtud, o incluso darle una doble vida a un espacio.
Me viene a la cabeza el parking que diseñamos para el hotel
Puerta de América que, gracias a nuestra intervención, no solo
se utiliza como parking sino que además se alquila para eventos.
Lo que más me ilusiona de mis proyectos es materializar una historia,
un concepto o una singularidad que pueda hacerlos únicos.
Ahora mismo tenemos un proyecto residencial y unos apartamentos
turísticos de lujo en Venecia, una casa en Roma y, si se puede
pedir más… ¡Me encantaría hacer una bodega!