OFICINAS COATRESA
54PROYECTO
La tercera piel
Redacción
El estudio Denys & von Arend firma el proyecto de interiorismo de la sede de Coatresa,
en Barcelona, unas oficinas saludables para las que se inspira en el concepto de ‘la
tercera piel’.
Coatresa es una empresa familiar de segunda generación especializada
en recubrimientos para moldes de panificadora. El cambio
generacional ha sido el impulso definitivo para comprar una nueva
nave industrial con el objetivo de unir fábrica y oficinas centrales
en un mismo espacio, generando un entorno corporativo que englobe
los distintos departamentos y que fomente la conexión entre
el proceso de fabricación y la oficina.
La premisa del nuevo equipo directivo de la empresa era alcanzar
los estándares PassiveHaus, optimizando los recursos a través de
técnicas pasivas que hacen que el edificio sea eficiente, con el fin
de conseguir un ambiente totalmente saludable.
La `tercera piel’: del hogar a la oficina
Para abordar el concepto de diseño, el equipo del estudio Denys &
von Arend partió del significado de los recubrimientos antiadherentes
y anticorrosivos fabricados por Coatresa para crear el concepto
de “La tercera piel”.
Según la teoría de las 5 pieles de Hundertwasser: la primera es
la epidermis, la segunda la ropa, la tercera el hogar, la cuarta
el entorno social y la quinta el entorno mundial. “Creamos una
analogía respecto a la tercera piel que corresponde al hogar, y
que para nosotros será nuestra oficina. Así empezamos a pensar
en cómo se podría desarrollar esa tercera piel dentro de este proyecto”.
explican desde Denys & von Arend. Una piel que articula
la planta, a través de la cual se consigue generar un espacio que
permite el aislamiento del resto, pero sin darle la espalda a todo
lo que sucede alrededor, de tal modo que fluya la comunicación.
Estilo industrial refinado
El proyecto partía de un espacio totalmente desvestido e industrial.
“Basándonos en uno de sus productos, los moldes de panificadora,
nos inspiramos en la idea de molde, donde la presencia
de la repetición creará un patrón, una repetición de elementos que
aportará cierto ritmo al interiorismo”, comentan desde el equipo
de Denys & von Arend. Se ha creado una oficina con movimiento
mediante una malla metálica que funciona como filtro visual entre
zonas, separándolas, pero sin llegar a dividirlas, gracias a su
semitransparencia. Se genera una sensación de ver sin ser vistos.
Se combinan revestimientos y separadores de distintas texturas,
mezclando acabados acolchados con otros más duros y aportando
riqueza y variedad a las envolventes. Los distintos volúmenes y
distintas alturas generan cajas dentro de la nave y separadores
que engendran nuevos recorridos dentro de la oficina. Añadiendo
más o menos pieles, se crean espacios más privados y otros más
permeables para dar respuesta a las distintas necesidades: salas
de reuniones, espacio de reunión informal, ‘phone booths’, etc.
La suma de los diferentes elementos: pieles, patrones, separadores,
luz, variedad de texturas, hace que la oficina sea un espacio
elegante, intemporal y con una atmósfera que invita a la productividad,
al trabajo en equipo o individual, ofreciendo un lugar donde
los empleados interactúen social y profesionalmente en un entorno
saludable.